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Cuando lo conocí yo tenía 17 años. Por aquel entonces yo empezaba a escuchar grupos que se distanciaban del rock clasicote, y empezaban algo que posteriormente sería conocido como nu-metal y me llamaban mucho la atención la actitud de guitarristas como Logan Mader de Machine Head o Brian “Head” de Korn, tan distintos de la clásica pose de guitar hero del hard rock. Mutha seguía esa misma tendencia y parecía una mezcla de los dos.

Comencé siendo seguidor de su grupo Malfucktion, luego nos hicimos colegas, y finalmente acabó tocando conmigo. Desde que empecé en mi primer grupo él estuvo ahí apoyándome. Cuando se ofreció para tocar con nosotros me pareció de lo mejor que le podía pasar a mi grupo.

¿Qué decir de él? Él es él, con sus cosas buenas y sus cosas malas. Aguantarlo es sufrirlo, pero también es aprender a comprenderlo. Háztelo mirar. El eterno adolescente. Si entráis a su habitación y no sabéis que es suya, perfectamente podéis creer que se trata de la habitación de un niño de 13 años. Es un frikazo. Su colección de comics y figuritas es digna de ver. Y la pasión con la que te habla de autores, dibujantes, guionistas, etc… realmente sólo es comparable a cuando te habla de discos, canciones, producciones y música en general. Lo siente con toda el alma, así que no le puedes quitar algo así.

Como guitarrista sigue siendo distinto al típico guitarrista. Él es casi más un arreglista. Es el artífice de la gran mayoría de arreglos de guitarra, teclado y cuerdas de nuestros discos. Esto no significa que no sea buen guitarrista, al contrario, toca su instrumento a la perfección (y seguramente aquí pensará en un doble sentido, si lo conoceré yo…). Tiene soltura, técnica y una excelente base musical. Nada le hace más justicia a su forma de tocar que decir que tiene mucho gusto. Pegado a su Gibson Les Paul Custom negra, la guitarra de sus sueños.

Se las lleva de calle, tiene un gran corazón y le encanta hacer el payaso hasta que todo el mundo le está mirando. Tiende a caer mal a la gente que no lo conoce realmente. ¿Envidia? Es más que probable. Realmente las apariencias engañan, porque es un tío muy llano y noble.

Con la banda es muy serio. Le gusta que las cosas salgan perfectas, y se agarra buenos cabreos cuando las cosas no son como a él le gustaría. Ay Muthin… Después en mitad de un ensayo se me acerca mientras estoy cantando para enseñarme que se le han puesto los pelos de punta. Me saca una sonrisa, hace que se me olvide la letra y pierdo todo el feeling de la canción, pero merece la pena por verlo disfrutar tan sinceramente.

Si tuviese que definirlo con una sola palabra, sería: NOBLEZA

Matafocas, Mucha azucar, Multifrutas, Frederik Muthin, indiometal, Manolo, Manuel Pérez Vera, el Muthika, MuThA FuCkA, Manubrio Pene Verga, y así un largo etcétera. Señoras y señores, Mutha!