viernes, 18 de septiembre de 2009

Tattoed


A las típicas respuestas en contra…

Cuando tengas 70 años y la piel arrugada, me dirás lo bonito que queda ese tatuaje – Con 70 años mi piel de por si habrá dejado de ser bonita, así que eso no me preocupa. Al menos tendré cosas que recordar cuando me mire los brazos.

Pareces un delincuente – Y tu pareces de las cavernas. Abre un poco la mente, joder.

Vas marcado como el ganado – Si vamos, absolutamente todos llevamos el mismo tatuaje. Por favor...

No vas a encontrar trabajo – Si se fijan en si voy o no voy tatuado en lugar de en mi capacidad para hacer bien un trabajo, a lo mejor no me interesa trabajar ahí.

Por mucho que se intente esquivar, los tatuajes cada vez están más a la orden del día, y llegará un momento en que se habrá normalizado totalmente la situación, y nadie tendrá prejuicios contra ellos. Mientras tanto cualquiera que lleve o quiera hacerse un tatuaje, tendrá que enfrentarse a frases como las mencionadas arriba.

Mi experiencia con los tatuajes traspasa lo meramente estético. Desde sus inicios, los tatuajes han sido símbolo de razas y creencias arraigadas en multitud de culturas. Con el tiempo esa técnica ancestral se convirtió en una señal de mala vida (aquellos piratas y marineros tatuados con anclas y demás, o más tarde pandilleros y presos). Y así hasta llegar al día de hoy, que se habla de moda.

Yo lo sigo entendiendo como un símbolo de creencias y convicciones fuertes. De hecho para mí es como un ritual. Todos tienen un significado muy importante para mí, y cuando voy a tatuarme, esa fé en mis creencias me hace soportar el “dolor”. Lo entrecomillo porque realmente no duelen tanto, exceptuando algunas zonas más sensibles, y cuando llevas 5 horas de tralla.

La sensación de llevar algo que por ejemplo te recuerda que no dejes de luchar por tus sueños, es realmente especial. Algo que te recuerda a alguien muy querido a quien has perdido o una valiosa lección aprendida. También son como recuerdos de experiencias en tu propia piel. Y con el tiempo serán un álbum de sentimientos que te transportaran a otras épocas vividas.

Tatuarse es una experiencia que siempre voy a recomendar, pero eso si, para nada al tun tun. Creer firmemente en lo que os tatuáis, encontrar un diseño que os convezca al 110% y buscar un buen profesional, higiénico, titulado, y que os vaya a dar el resultado que merece vuestra pieza.

Saludos a todos, y que corra la tinta!!!

3 comentarios:

  1. ajaja que entrada más oportuna. Me ha alegrado mucho. Precisamente estoy esperando a ver si me llaman para poder tatuarme hoy mismo, y a lo más tardar me tatúo mañana por la mañana seguro. Y has dado en el clavo con esas frases que la gente te dice, todas, he tenido que escucharlas cuando les he comentado mi decisión en especial de mi madre.
    Y yo estoy súper orgullosa, de que con lo efímero que es todo en la vida, pueda tener por fin algo que esté segura que es para siempre.

    Un beso, y sigue escribiendo :P

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  2. A mí siempre me han gustado los tatuajes... Pero claro le tengo fobia a las agujas que transpasa lo normal así que dudo mucho que alguna vez me haga uno.

    Como bien dices los tatuajes se han puesto muy de moda y por eso mucha gente (sobretodo chicas) acaban haciendose todas el mismo tatuajes quitandole toda personalidad al arte del tatuaje.

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